Mi madre, la mejor cocinera No es que quiera decir en este capítulo que mi madre sea la mejor cocinera, que para mí lo es, y eso es indiscutible. Que sí, que para cada uno su madre es la mejor cocinera, y no es porque la miremos con buenos ojos, sino porque seguramente es quien nos ha alimentado durante gran parte de nuestra vida. Pero lo dicho, como mi madre ninguna. "- Oye, ¿en tu casa rezáis antes de comer? - Que va, mi madre sabe cocinar" Es raro que quien sepa cocinar algo no le haya preguntado a su madre, o a la abuela incluso, cualquier duda, desde el tiempo de cocción de los huevos duros hasta los avíos de un cocido o un puchero. Pero ¿qué pasa cuando le preguntamos algo más específico? Ya aparece el típico " Hijo, yo que sé. Yo le echo una pizca de tomillo". Y el que dice una pizca también dice un pellizco, un chorrito, unas gotas, una mijita, un puñao… de tomillo, romero, nuez moscada, pimienta, sal… Vamos a ver ma
Blog sobre mis trabajos literarios, reseñas y otros apuntes culturales