Capítulo 1 Pocos recuerdos arrastro de mi infancia en tierra natal, Carmona, ya que con tan solo tres años la abandoné para trasladarme a la capital del antiguo reino de Sevilla. Fue el mismo año en el que nuestro reino se rompió en provincias, en 1833, cuando el rey Fernando VII falleció dejándonos a una niña como reina, Isabel II, y a un hermano tocapelotas lampando por la corona, que si poco tuvimos con los franceses ahora nos tocarían los alzamientos de los carlitas, aunque de eso poco sufriríamos por el sur. Fue el mismo año en el que marché de allí de la mano de mi madre, una joven viuda, para que contrajera matrimonio en segundas nupcias con D. Luis Contreras i Vergara, un indiano retornado y medio nieto de tierras serranas allá por Aracena, dueño de amplios viñedos y una bodega entre Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda, herencia de su difunta madre. Un hombre un tanto estúpido y con muchos aires de grandeza, tantos que escribía sus apellidos unidos p
Blog sobre mis trabajos literarios, reseñas y otros apuntes culturales