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Mostrando entradas de mayo, 2018

Un gato bajo la lluvia

Hoy siento más nuestra distancia, la noto oprimiendo mi alma, hace que mi corazón tiemble, quiere transformarse en una lágrima, la siento hacerse más grande, encadenada a mi garganta, ya siento que tus caricias se desprenden de mi espalda, que mis manos se vuelven vacías, temblando nerviosas, gastadas. Siento tan grande esta distancia que ni en nuestra luna hallo la calma, donde ya los sueños duermen, donde la ilusión y el silencio juegan, donde tu mirada está callada. Cuando la piel calla y los versos sangran lágrimas de sal amarga. Cuando habla la mirada con miles de sentimientos que duermen en la distancia. Cuando la letra tiembla con el roce de una palabra y las manos aman. Cuando el tiempo falta y se hace tan eterno que duele más que tu ausencia. Cuando todo esto pasa la soledad y el silencio regresa mientras mi corazón piensa y llora mi alma. No hay playa que no quiera visitar ni amanecer que no pueda

Locura intransitoria

Locura, locura que emerge con cada caricia tuya, locura que habita en un cruce de miradas nuestras, locura que se alimenta a dentelladas con los besos que gritan en el alma, locura que electrifica las yemas de mis dedos cuando se hunden bajo tu piel, locura que se derrama cuando una sonrisa me arrancas, locura insana que envidias ajenas desata, locura, locura, locura, intransitoria, irreflexiva, imperativa, locura que en mi vida habitas, locura que en mi corazón descansa, locura que me regalas, locura, tú, siempre mi locura. Tenía en los pies diez minutos y una eterna excusa en su sonrisa que siempre convertía cualquier esquina en un minutero que nunca avanzaba. Tenía junto al pecho la piel tatuada y sobre su corazón dormía una margarita, que con los latidos lentamente se moría y con cada golpe del reloj se deshojaba. Tenía un no sé y un ya se verá en la mirada y un desdén que al alma del enamorado irrita, con la p

La voz que habita en mi pecho

Un grifo en el pecho para, así, vaciar mi vida, que es como la siento y no la quiero, vacía. Sólo quiero dejar el amor de mis hijos y unos bellos recuerdos, aunque éstos puedan causarme algún dolor. Te encuentro conectada y no me atrevo a decirte lo que se desborda de mi alma, palabras que solo te pedirían caricias, besos, ternura, compañía... palabras que tengo miedo a pronunciarlas. Cómo me duelen tus palabras, las leo y sé que no son para mí. Algún día alguien... Alguien será capaz algún día de aproximarse sinceramente mirándome a la cara para decirme todos los sentimientos que en tus palabras me faltan. Algún día... sí, lo sé, llegará del lugar menos pensado para regalarme sus caricias y besos sin esperar nada a cambio. Pero hasta ese momento me duelen tus palabras cuando las leo y sé que no son para mí. Háblame, sé que no lo haces porque en mí no ves nada especial. Soy como uno má

Epístolas y Alpiste

Si la noche endulzara todos mis recuerdos, si la alegría guiara todos los sueños. Si mi mirada atravesara todo lo imperfecto, si la Luna reflejara solo tu cuerpo. Si el amor controlara el tiempo, si tu presencia no fuese un momento. Si mis brazos fuesen cadenas de silencio que sólo expresaran mis sentimientos. Sólo así mis labios dirían TE QUIERO, en intervalos, entre beso y beso, entre beso y beso. Y mis manos, acariciándote, florecieran de ti hasta lo extremo, que no fuera un recuerdo, entre caricias y caricias, entre beso y beso, entre unos labios ocupados en silencio. Si la Luna reflejara solo tu cuerpo, toda la noche sería cielo. Si la vida fuese mi castillo de sueños. En la noche, muro negro que me encierra en su eternidad, cierro los ojos para llegar a ti. Rompo esta jaula que me tiene despierto y vuelo a tu lado en mi viaje de sueños. En mi casa, noria truncada de mi libertad,